Desde que empecé mi blog una de las preguntas que más me hacen es: ¿Dónde guardas tanta ropa? Toda mi vida viví en una casa y cuando entré a la universidad me mudé a un departamento donde el espacio era muy limitado, ahí me di cuenta que tenía muchas cosas de años que nunca usaba, porque me costaba mucho desprenderme de ellas.
En el departamento sólo tenía lo indispensable y aprendí a que no necesitaba más. Hacerlo es mucho más sencillo si no te dedicas a esto, ya que para mi fue un reto enorme cambiar mi manera de consumir y volver la limpia de clóset un hábito; pero claro que se puede y les voy a compartir qué fue lo que hice:
1. Saqué todo sin piedad
Toda mi vida mi mamá me rogaba que limpiara mi clóset y jamás lo hacía hasta que literal me obligaba. Con el paso del tiempo entendí la delicia y paz mental de tener sólo lo que uso bien ordenado.
Me volví a mudar en Octubre del año pasado y ahí fue cuando decidí limpiar sin piedad. Literal saqué cosas que amaba, que estaban en perfecto estado, pero que llevaba años sin usar.
2. Dividí todo en 3 categorías
- Closet sale: Organicé una venta de clóset en mi IG y otra presencial, para darle una segunda vida a mis piezas favoritas. Algunas cosas eran de marcas de lujo y otras más casuales, fue todo un éxito y se los recomiendo mucho. Si no tienen tiempo de hacerlo busquen apps como Pòrtelo o Troquer que les facilitan muchísimo la venta.
- Donación: Separé ropa que estaba en perfecto estado que sé que podía servirle a personas que realmente lo necesitan.
- To keep: Seleccioné ropa que uso constantemente, piezas clásicas que las veo para toda la vida y las acomodé en mi clóset de una manera que tuviera todo a la vista.
3. Acomodé por secciones
Toda la ropa la colgué y doblé por secciones y colores a la Marie Kondo.
Los zapatos los dividí por colores y categorías.
Me aseguré que todo estuviera a la vista para realmente poder ver lo que tengo.
Si no lo puedes ver jamás lo vas a usar, de verdad es importantísimo esto.
4. Cambié mi manera de consumir
Me apasiona la moda, disfruto mucho ir de shopping, armar mis looks y compartirlo, pero creo que no era necesaria la cantidad de ropa que estaba comprando, así que decidí comprar sólo una vez al mes y cosas que les viera mucho uso en el caso de fast fashion o piezas que se me podían durar toda la vida en el caso de accesorios o ropa más lujosa. También empecé a consumir más marcas que tuvieran impacto social y ambiental como todo lo que puden en contrar en MEXIUAN.
Para armar mis looks decidí jugar con piezas que ya tenía y además intercambiar con mis amigas, cosas que para ellas ya pasaron, para mi son una novedad y viceversa.
Espero les haya gustado el post y compártanme si ustedes lo hacen o quisieran intentar 🙂