Esta es una frase que este 8 y 9 de marzo vi compartida en varias redes, con la cual me sentí identificada y de acuerdo. Quise dedicarle mi post semanal a esta crisis mundial que estamos viviendo por la igualdad de género, epidemias mundiales, medio ambiente, economía y violencia entre otros.
¿Qué hice este 9 de marzo? Reflexionar y entender el problema de raíz para poder escribirles lo que creo puede ser un primer paso, que todos podemos dar, hacia un mundo mejor.
Es momento de reaccionar, actuar y dejar de culpar a terceros por estos sucesos. Empecemos por ser empáticos, que no te haya pasado, que no lo veas cercano, no significa que no exista. No hay que dejar que el privilegio nos nuble la vista, hay que preocuparnos por las personas que nos rodean y por predicar con el ejemplo.
Como humanidad hemos ido evolucionando, tanto que hemos ido reaccionando, actuando y estoy segura no pararemos hasta lograr un mundo mejor. Es por esto que los quiero invitar a no quejarse, sino a actuar, a apoyar, a escuchar, a entender y ser congruentes.
Ojalá este paro nos una como sociedad, porque hemos demostrado varias veces que cuando se quiere, se puede. Dejemos de ser egoístas e indiferentes y los invito a preguntarse:
¿Qué hacen cada día para que el mundo sea un mejor lugar? En su respuesta sabrán si quieren y pueden aportar más.
Este es un primer paso de un largo camino que nos toca recorrer, trabajemos y luchemos, por ser y dar lo mejor de nosotros para el mundo.