La ciudad de Nueva York cuenta con una escena de arte amplia y variada. Desde los museos más famosos y reconocidos, como el MoMa, el Met, el de Historia Natural, el Guggenheim y el Whitney Museum, hasta pequeñas galerías en Brooklyn y exposiciones en locaciones extrañas. Vale la pena explorar y conocer cada uno de ellos. Sin embargo, en mi última visita a Nueva York, decidí ir más allá y visitar Dia: Beacon, localizado a una hora y media de Nueva York en la ciudad de Beacon.Dia es una organización de arte sin fines de lucro con una locación dentro de la ciudad de Nueva York en Chelsea y otra en Beacon. Esta vez decidí visitar la de Beacon, situada en lo que era una fábrica de impresión de cajas de Nabisco.Explorar la superficie de casi 300,000 pies cuadrados de esta ex fabrica ha sido de las mejores experiencias de arte que he tenido. La inmensidad tanto de las obras como del lugar, me envolvieron de tal manera que no tuve ojos para ninguna otra cosa más que para las exposiciones, leer los tarjetones con información del artista y tomar una que otra foto.El museo tiene distintas salas adecuadas y pensadas para proyectar las obras de cada uno de los artistas, entre ellos Dan Flavin y sus instalaciones de luz, Richard Serra y sus destacadas elipses, Michael Heizer y Walter de María.
Para ir es necesario tener en cuenta que la visita tomará gran parte del día, lo ideal es levantarse temprano para aprovecharlo sin presiones y no regresar tan tarde a la ciudad. Hay que tomar un tren en Grand Central Station hacia Beacon. Les recomiendo comprar el round trip y el boleto de entrada por $34.00 USD ahí mismo.
Desde que pones un pie en el tren empieza la experiencia, los paisajes que se pueden ver rumbo a Beacon son preciosos, es una hora y media de explorar las afueras de la ciudad de Nueva York. Al llegar a la estación de Beacon, hay que caminar de 5 a 10 minutos para encontrar el museo y listo.
Yo estuve alrededor de 4 horas y apenas me alcanzó el tiempo. Es increíble la manera en que todo está posicionado a la perfección, las obras no tienen ningún tipo de tag o explicación, es sólo arte expuesto. Si quieres saber más del artista y su obra, debes tomar uno de los tarjetones que se encuentran en pequeños contenedores pegados en la pared. Hay sillones en cada sala para que puedas sentarte a contemplar la obra, esta cuidado cada detalle, todo resulta impresionante, desde el arte mismo, hasta la arquitectura del lugar.
En la mayoría de los museos no puedes pasar de una línea dibujada en el suelo, no puedes tocar nada, sólo eres un extraño parado viendo una obra. En Dia:Beacon logras estar en contacto con la obra e incluso con el artista a través de esta misma, es una experiencia completamente inmersiva.
Al final de tu visita puedes dar una vuelta por la book shop donde encontrarás libros de los artistas que exponen, libros de arte contemporáneo y más. También hay una cafetería donde puedes comprar algo de comer y salir a comerlo sentada en el pasto y terminar de disfrutar tu visita (dependiendo en que época del año lo visites).
¡Se los súper recomiendo, vale la pena el dinero gastado y el tiempo invertido!